Cuando
estaba en el colegio me encantaba escribir sobre un cuaderno nuevo, ver sus
hojas no arrugadas, olerlo y ver que no hay nada escrito anteriormente, era lo
máximo.
Dios
nos permite tener un nuevo cuaderno en el que no hay pasado, y hay un gran
futuro que tenemos. Un nuevo año, una nueva oportunidad.
Escribamos
nuestro futuro sabiendo que tenemos una nueva oportunidad de parte de Dios, para poder alcanzar nuestro
objetivo. Muchas veces nos condenamos y no nos damos una nueva oportunidad en
la vida.
Escribamos
cada día la historia de rescatar a esta juventud para Cristo, escribamos las
victorias para poder gozarnos de ella, pero también de los problemas pues,
aprendemos de ellos. Pues a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien.
Cuando
tomaba mi cuaderno rayado sabia que no era para matemáticas, muchas veces
necesitamos enfocarnos sobre cual es nuestro llamado como JPC, nunca debemos
olvidar la Visión que Dios ha puesto en nosotros.
Walter Acosta Vallejos
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